La historia de la humanidad está marcada por el esfuerzo para preservar el conocimiento y los desafíos constantes para protegerlo de la destrucción, ya sea accidental o intencional. La preservación del conocimiento, además de depender de avances tecnológicos, ha sido una lucha donde la línea que separa el deseo de conservarlo del afán por saquearlo o censurarlo es a menudo muy delgada. Desde la Biblioteca de Alejandría hasta la era del Internet, civilizaciones y sociedades han enfrentado dilemas similares: cómo transmitir la sabiduría acumulada y, a la vez, resistir la destrucción ideológica o material. Exploremos cómo a lo largo de la historia el conocimiento ha sido preservado, destruido y también saqueado, así como el papel contradictorio que algunos actores, especialmente la Iglesia, han jugado en este proceso. Así, podemos entender el contexto que conecta estos hechos históricos con los desafíos de preservar el conocimiento en la era digital.

La biblioteca de Alejandría: El primer gran saqueo intelectual
La Biblioteca de Alejandría, fundada en el siglo III a.C., es recordada como uno de los primeros grandes intentos por preservar el conocimiento humano de forma centralizada. Este centro no solo almacenaba conocimientos de diferentes civilizaciones antiguas, sino que también los integraba, generando avances en ciencia, filosofía y literatura. Sin embargo, la misma centralización del saber la convirtió en un objetivo vulnerable. Diversas destrucciones y saqueos de la biblioteca nos recuerdan la volatilidad del conocimiento acumulado cuando se confía a una sola institución o ciudad.

Este destino no es único. La historia está llena de otros episodios en los que los tesoros intelectuales se destruyeron o expoliaron, ya sea por conflictos bélicos o decisiones políticas. El caso de Alejandría es, en cierto sentido, una premonición de lo que ocurriría en la Edad Media y en las conquistas posteriores, donde la preservación del conocimiento a menudo coexistía con su destrucción.
La Edad media y la ambivalencia de la iglesia como agente conservador y destructor
La Edad Media, también conocida como la Edad Oscura en Europa, es uno de los períodos más controvertidos en la historia de la preservación del conocimiento. Por un lado, la Iglesia Católica desempeñó un rol fundamental al custodiar textos de filosofía griega y romana en los monasterios europeos, así como al traducir y preservar textos antiguos en latín y griego. Los monjes copiaban y resguardaban estas obras, permitiendo que, incluso en tiempos de inestabilidad, algunos saberes esenciales se mantuvieran.

No obstante, la Iglesia también fue responsable de una considerable destrucción de conocimientos, en particular aquellos que consideraba heréticos o paganos. Las Cruzadas, por ejemplo, dirigidas inicialmente a Tierra Santa, se convirtieron en campañas de saqueo y destrucción en las que templos y bibliotecas islámicas fueron incendiados o despojados de sus riquezas intelectuales y materiales. A través de estos saqueos, se perdieron conocimientos científicos y médicos avanzados que se habían desarrollado en el mundo islámico, y en su lugar, se impuso la visión religiosa europea.

Simultáneamente, en América, la llegada de los conquistadores europeos significó la destrucción de templos y manuscritos precolombinos. La Iglesia Católica fue en gran medida responsable de esta pérdida irreparable, ya que muchos sacerdotes ordenaron la quema de códices y manuscritos indígenas, considerados peligrosos por contradecir la doctrina cristiana. La destrucción de estos textos y templos es un ejemplo claro de cómo el poder religioso actuó como un filtro para decidir qué conocimiento debía conservarse y cuál debía desaparecer. Esta acción ambivalente de la Iglesia como protectora y destructora de conocimiento plantea una paradoja que aún resuena en la historia.


La imprenta y el resurgimiento del conocimiento Europeo
La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en el siglo XV marcó un cambio fundamental en la preservación del conocimiento. La capacidad de reproducir libros en masa democratizó el acceso a la información, lo que permitió que las ideas del Renacimiento y de la Reforma Protestante se difundieran ampliamente. Este avance tecnológico, sin embargo, también coincidió con una época en la que la Iglesia continuaba ejerciendo un fuerte control sobre el saber, en particular mediante la Inquisición, que censuraba y destruía libros considerados heréticos.

La paradoja de la Inquisición es particularmente notable, ya que en muchos sentidos representaba un intento de la Iglesia de preservar un orden moral y religioso, pero al costo de suprimir ideas y conocimientos que contradecían su doctrina. No obstante, también se puede argumentar que esta represión eventual allanó el camino para una reacción de ruptura, como la Ilustración, que desafió las estructuras de poder de la época. En este sentido, la Iglesia, con su papel doble, fue tanto un freno como un catalizador del conocimiento, preservando ciertos saberes a la vez que impulsaba una renovación crítica en otros.

La conquista de América: Conocimiento, saqueo y colonialismo
Durante la conquista de América, se vivió uno de los ejemplos más intensos de cómo la preservación del conocimiento puede ir acompañada de su destrucción. Los conquistadores, en su afán de someter a las culturas indígenas, destruyeron o requisaron valiosas fuentes de conocimiento local. Los códices aztecas y mayas, entre otros textos indígenas, fueron en gran medida eliminados por la Iglesia y los colonizadores, lo que resultó en la pérdida de una inmensa cantidad de información sobre astronomía, medicina y filosofía de estos pueblos.

Al mismo tiempo, los conocimientos botánicos y geográficos de los pueblos americanos fueron de gran valor para los europeos. En algunos casos, estas ideas y descubrimientos fueron apropiados y adaptados sin reconocimiento, alimentando el desarrollo de la ciencia y la economía europea a costa del aniquilamiento cultural de los pueblos americanos. Este saqueo de conocimiento y recursos se entrelaza con la historia de la expansión de la ciencia europea, planteando cuestiones éticas que aún resuenan en el mundo académico y político actual.

El Internet: La biblioteca global y sus dilemas éticos
Con la llegada de la era digital en el siglo XX, la preservación del conocimiento entró en una nueva fase. El desarrollo de las computadoras y el almacenamiento digital permitió archivar una cantidad sin precedentes de información en un espacio físico reducido. La digitalización de libros, documentos y registros históricos hizo posible que el conocimiento humano pudiera ser guardado en servidores y discos duros. A finales del siglo, el Internet revolucionó aún más esta capacidad, proporcionando una red global donde la información no solo podía almacenarse, sino también ser accesible al instante desde cualquier lugar.
El Internet ha permitido la creación de bibliotecas digitales y proyectos como el Proyecto Gutenberg y la Biblioteca Digital Mundial, que buscan preservar y difundir libros y documentos históricos. No obstante, la naturaleza digital del Internet presenta retos únicos para la preservación del conocimiento, como la obsolescencia tecnológica, la seguridad de la información y la falta de control sobre la calidad de la información.

Con la llegada del Internet, la humanidad ha construido un nuevo tipo de biblioteca universal donde la información no solo puede ser preservada y difundida a una escala sin precedentes, sino también vulnerable a problemas como la censura, la manipulación y el robo de datos. A diferencia de la Biblioteca de Alejandría o los monasterios medievales, el Internet es un sistema descentralizado; sin embargo, enfrenta desafíos similares en cuanto a la preservación y el control de la información.

Retos actuales en la preservación del conocimiento digital
Si bien el Internet ha ampliado el acceso al conocimiento, también ha creado nuevos desafíos en términos de preservación y veracidad. Algunos de estos retos incluyen:
- Obsolescencia Tecnológica: Los formatos y dispositivos de almacenamiento cambian rápidamente, lo que pone en riesgo los archivos antiguos. Documentos guardados en disquetes o CDs, por ejemplo, ya requieren equipos especiales para su recuperación. Esto hace necesario actualizar los formatos de archivo y los dispositivos de almacenamiento constantemente para asegurar la longevidad de la información.
- Volatilidad y Control de la Información: A diferencia de los libros físicos, la información digital puede ser modificada o eliminada fácilmente. Los sitios web y los documentos pueden desaparecer sin previo aviso, lo que dificulta la preservación de ciertas fuentes. Proyectos como Internet Archive intentan guardar copias de páginas web, pero incluso este esfuerzo enfrenta limitaciones frente a la cantidad inmensa de información en línea.
- Calidad y Veracidad: La facilidad para compartir información en Internet ha hecho que la difusión de datos inexactos o no verificables se haya vuelto un problema. A diferencia de las bibliotecas tradicionales, donde los textos pasan por procesos de selección y curación, el Internet presenta un océano de información que no siempre es confiable, lo que puede llevar a la propagación de desinformación.
- Seguridad y Privacidad: La concentración de información en servidores y plataformas digitales plantea el riesgo de ataques cibernéticos y pérdida de datos. La preservación del conocimiento digital no solo debe asegurar el acceso a largo plazo, sino también proteger la información sensible de robos y manipulaciones.
Uno de los retos más importantes es la censura digital. Gobiernos y corporaciones pueden manipular o restringir el acceso a ciertos contenidos, repitiendo así los patrones de destrucción y apropiación del pasado. Además, la obsolescencia tecnológica plantea una amenaza constante: la información almacenada en formatos antiguos puede volverse inaccesible si no se actualiza, lo que recuerda la fragilidad de los manuscritos y textos que desaparecieron en la historia.
Un patrimonio compartido y las lecciones de la historia
La preservación del conocimiento siempre ha sido un objetivo compartido de las civilizaciones humanas, pero también uno frágil y sujeto a tensiones. Desde las primeras bibliotecas hasta el Internet, la humanidad ha aprendido que la concentración de saber en un solo lugar puede ser tanto una bendición como una maldición, y que la ambición de controlar el conocimiento puede llevar a su destrucción.
Los ejemplos históricos de destrucción y saqueo nos enseñan la importancia de crear redes colaborativas y descentralizadas para proteger el saber, al tiempo que cuestionan la ética de quién y cómo se decide qué debe preservarse. El Internet nos ofrece una oportunidad única de construir un archivo global sin precedentes, pero requiere atención ética y técnica para que el conocimiento que contiene no siga los mismos caminos oscuros de censura, manipulación y saqueo que ya vimos en épocas pasadas. Con cada paso en la preservación digital, la historia nos recuerda que preservar el conocimiento no solo significa mantenerlo, sino hacerlo accesible y auténtico para todos.
Fuentes de consulta, sugeridas:
Libros
- «The Vanished Library» de Luciano Canfora
Este libro explora la historia de la Biblioteca de Alejandría y ofrece un análisis detallado sobre su destrucción, la importancia del conocimiento centralizado y su impacto en la preservación cultural. - «The Swerve: How the World Became Modern» de Stephen Greenblatt
Describe cómo el redescubrimiento de textos antiguos durante el Renacimiento ayudó a transformar el conocimiento, y la dualidad de la preservación de información en la Europa medieval. - «The Crusades: The Authoritative History of the War for the Holy Land» de Thomas Asbridge
Ofrece un panorama completo sobre las Cruzadas y el impacto de los saqueos en los conocimientos y tesoros culturales del Medio Oriente, así como las relaciones conflictivas entre las culturas islámica y cristiana. - «The Map of Knowledge: A Thousand-Year History of How Classical Ideas Were Lost and Found» de Violet Moller
Este libro sigue el viaje de importantes textos griegos y romanos desde Alejandría hasta Bagdad y más allá, y aborda los esfuerzos de preservación en tiempos de inestabilidad y cambio. - «The Conquest of America: The Question of the Other» de Tzvetan Todorov
Explora la conquista de América y el impacto en el conocimiento indígena, enfocándose en el choque cultural, la destrucción de textos y tradiciones locales.
Artículos académicos y ensayos
- «The Role of the Catholic Church in the Development of Libraries and Preservation of Knowledge in the Middle Ages»
Este artículo analiza la contribución de la Iglesia a la preservación del conocimiento en los monasterios medievales y la contradicción de su papel durante la Inquisición. - «The Internet as a Global Library and Its Ethical Challenges»
Un ensayo académico sobre cómo el Internet presenta desafíos éticos y logísticos en la preservación del conocimiento y el control de la información. - «Censorship in the Middle Ages: Church, State, and the Inquisition»
Explora cómo las políticas de censura eclesiástica en Europa afectaron la preservación y destrucción del conocimiento, planteando una mirada profunda sobre la dualidad de la Iglesia en su papel de conservación y represión.
Recursos digitales y bibliotecas en línea
- Internet Archive
Una organización sin fines de lucro que trabaja en la preservación digital, ofrece acceso a libros, películas y otros documentos digitalizados que abordan temas como la historia de las bibliotecas y la conservación del conocimiento. - Proyecto Gutenberg
Una vasta colección de textos de dominio público, donde se pueden encontrar traducciones de obras antiguas y textos sobre el papel de las bibliotecas en la preservación de la cultura. - Library of Congress – Digital Collections
Tiene una colección digital que incluye documentos históricos, cartas y textos de diferentes períodos, útiles para comprender la evolución de la preservación del conocimiento.
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